Nuestra abogada especialista en Derecho y Moda, Ana Carpintero, nos cuenta en este reportaje cómo las marcas de lujo luchan contra las versiones ‘low cost’ y las falsificaciones de sus prendas más icónicas.
El artículo habla de "la delgada línea que separa la copia de la inspiración trae de cabeza a la industria. Cada vez más marcas están tomando cartas en el asunto para proteger su nombre, pero esta no es una cuestión fácil. Distinguir entre copia e inspiración es una tarea extremadamente complicada en la que hay que hilar fino. Por ello, al igual que ocurre en los pleitos musicales, existen peritos expertos en diseño o en historia de la moda que informan de los motivos por los que una determinada prenda o complemento es o no un plagio."
Para Ana, la clave está en “el ánimo buscado por el diseñador”. Es decir, hay plagio si el objetivo era la reproducción de una copia “con pretensiones de originalidad, induciendo a confusión al consumidor y abusando de la reputación ajena”.
Las consecuencias pueden afectar a las ventas y a la reputación de las casas, pero además supone un desembolso importante para intentar frenarlas.
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